EXPERIENCIA:
ALTAR
Arquitectura alquímica de transformación
Después de su divorcio, Rukmini había dejado atrás la casa familiar y se fue a vivir a un departamento. Sentía que algo suyo había quedado suspendido en el terreno donde había criado a sus hijos.
Necesitaba un lugar solo para ella, donde pudiera volver a escribir, a estar en silencio y reconciliarse con su historia.
Diseñé una tiny house en un espacio arbolado de ese mismo terreno: pequeña y a la vez expansiva cobijada por los árboles buscando siempre el sol.
Trabajamos juntas desde el propósito profundo: que ese espacio fuera una nueva piel, una matriz contenedora y a la vez un símbolo de expansión
Entendí su deseo dual de libertad y sostén, y jugué con esas contradicciones para representar su renacimiento, integrando geometría sagrada ortogonal masculina con la energía cálida femenina de la tierra y los árboles.
Hoy, ese refugio se transformó en su altar personal.
Allí escribe, medita y se reconcilia con su pasado, sabiendo que lo convirtió en su propia melodía de belleza consciente.
EXPERIENCIA:
COCOON
Un espacio de reconexión y soberanía corporal
Tatiana tenía una conexión espiritual profunda, pero el cuerpo le resultaba un lugar incómodo.
Había pasado años evadiendo el dolor físico y emocional, y aunque comprendía muchas cosas a nivel energético, le costaba sentirse presente y enraizada.
Creamos juntas un proceso de Arquitectura del Cuerpo, creando una piel para liberar su propia piel, dejarse libre y permitirse experimentar en privado lo que su cuerpo deseaba expresar.
Se trató de crear una crisálida mullida y contenedora para habitarse. Una habitación sin uso fue suficiente terreno.
Trabajamos geometrías sinuosas como soporte para la nueva envolvente espacial, creamos el silencio preciso con filtros de ruido, la auto percepción modulada con espejos fractales, el placer de las texturas naturales como energía vital y el movimiento ondulante del espacio como diseño expansivo.
Paso a paso Tatiana ha logrado re dibujar la estructura de su auto concepto desde la ternura de su espacio vivo, ese útero contenedor que se permitió para sí.
Hoy, antes de casarse, se siente plena, radiante y segura en su piel.
Dice que por primera vez su cuerpo y su alma están en el mismo lugar.
